domingo, 1 de diciembre de 2013

Los chicos hoy saltarán a la pista.

A la caída de la tarde, se veía el comienzo de una noche lluviosa.
Salí de casa para tener el encuentro esperado. Las calles, ya encontrasen mojadas, y aun así no tuve necesidad de una sombrilla, mi sobretodo, un poco desabrochado, cubría todo el frío a mi alrededor. Recorriendo la ciudad, robando y atrapando miradas, termino en tres taxis distintos.

El momento previo siempre resulta ser emocionante y ansioso. Los chicos hoy saltarán a la pista, un himno ambiguo para la noche.
La expectativa fue soñada.
Ninguno pudo dejar el negro, como lo básico en su outfit.
La primera interacción en medio de las escaleras. Me hubiera sentido perfecta sobre el Museo Nacional.
Encendimos todos un cigarrillo y recorrimos promedio siete cuadras a nuestra ostentación.
Efervescencia con limón dentro de una botella de vidrio.
Un polvo en las nubes, una bedel en el baño tomándome por lesbiana, perdí la cuenta con los cócteles y el tequila sunrise, brindar como recién casados,  la música de fondo, ojos cerrados, el baile... mi mejor lugar.

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