martes, 30 de agosto de 2022

Soso comentario político.

El primer recuerdo que tengo, o por lo menos la primera vez que asimilé la definición de política, de guerra y de paz dentro del contexto de mi país, fue estando bajo el mandato de un presidente llamado Pastrana. Abarcaba mi décimo año de vida y me encontraba en quinto de primaria. Los docentes nos proponían temas dentro de sus clases sobre el reconocimiento de la patria y orientación de su parte para tratar de ayudarnos a entender el caos que se estaba manifestando alrededor.

Yo me lo tomaba en serio y a la vez no, pero lo que me hizo visualizar en absoluto la concepción de la realidad, fue el trascendentalismo y la intensidad furtiva de las emisiones en la televisión; canales nacionales e internacionales sobre aquel 11 de septiembre. Solía llegar del colegio a ver MTV o Play TV y entre el canaleo, no paraba de ver una y otra vez la misma imagen de las torres gemelas desbordándose con narraciones de fondo que argumentaban aquella acción como conspiración vs. terrorismo, tanto dio de qué hablar, que hasta temas de ocultismo aparecieron acerca del humo que emitía el choque de avión con aquellos muros. Es como si en ese momento la historia se hubiera partido en un antes y un después del 11 de septiembre, tal cuál como la supervivencia del mesías dentro de sus pintorezcas teorías religiosas, algo que viene repitiéndose con la pandemia. 

Hoy en día me pregunto por qué siempre será más importante para los medios nacionales estar arraigados a eventos/días memorables de otros países e hipócritamente ignorar los eventos de nuestro contexto después de mostrarse como patriotas y demócratas. 

Me abruma hablar de política, aún sabiendo que lo personal es político, pero estas maniobras sociales de no velar por los derechos ciudadanos y cumplir con las propias reglas que crean para cada rama y adicional, boicotear y contradecir sus ideales, hacen de mí, tomar una innecesaria postura intelectual sobre el tema y valerme de mis propias conjeturas y apropiaciones ideológicas a través de mis subjetivas experiencias. 

miércoles, 9 de diciembre de 2020

F é m i n i n


En mis pocos logros como investigadora, ahondé en cómo promover la paridad de género en un salón de clases con la finalidad de establecer una identidad social, ya que me encontraba enseñando a adolescentes mujeres. Para ello, realicé algunas encuestas en mi contexto sobre la feminidad. Empecé con la pregunta ¿qué significa ser femenina en la actualidad? A lo que varias me respondieron: ser justa, estar empoderada, ser una misma, no quedarse callada, ser críticas y en definitiva, muchas ideas puntuales que concluyen en obtener un pensamiento fuerte y moldear una homogeneidad.

A partir de aquellas respuestas, logré determinar adicionalmente el entorno, el contexto, la subjetividad y es que en resumen, las adolescentes de ahora se educan más por el día a día, por la sistematización de experiencias que por las costumbres, vestigios y/o marcas que pudiesen heredar generacionalmente sus familias. Porque son otros tiempos. Pueden levantar su voz y argumentar lo que les parece que está bien o mal, además de mostrar una completa y coordinada unión entre ellas por el solo hecho de tener algo en común: ser mujer en circunstancias que aun se inclinan a la desigualdad de género, ampliamente hablando. 

Muchos antónimos pueden verse reflejados en lo femenino: fragilidad, complejidad, sensualidad, sumisión, el centro del mundo, materialismo, inseguridad, etcétera. En realidad eso podemos ser también, pero el que la naturalidad de lo femenino implique vulnerabilidades o egos, no hace parte de una reflexión o percepción en contra de una evolución frente a la postura que hemos venido desenvolviendo en el último siglo dentro de una sociedad. Siempre me he dicho que a pesar de todo, es un privilegio ser mujer en la actualidad, poder escribir esto sin tener a un estado, o una religión encima privándome de mis derechos. 

Femenina, para mí, parte entonces de construir una propia identidad, una equivalencia, más allá de lo que está permitido o no, no hay necesidad de ajustarlo a los estándares ya establecidos, es complementarse a sí misma, no complementar al contexto. 

Preguntas reflexivas: ¿lo estoy haciendo por mi o por lxs demás? ¿Quiero complacerme a mi o a lxs demás? 

sábado, 30 de mayo de 2020

Circunstancia.

El logro más contundente al comenzar un nuevo ciclo de año, pude superarlo con esos clichudos deseos que se piden a media noche, con sus presagios y augurios al comerse doce uvas una por una... otros, solo vacilan embutiéndoselas a la vez. 

Y empiezo a sentirme más segura de mis actos sin estar preocupada por ese futuro, que nos lo pintan tan libertario por tener infinidades de opciones alrededor, pero no es más que una pérdida de independencia en la que pocos caemos en la cuenta. La racionalidad instrumental nos tiene cegados con emociones afectivas que alteran nuestra percepción de la vida, creando incertidumbres y el sentirnos atormentados frente a lo desconocido hace cuestionarnos con respecto  a dónde estamos llevando nuestro destino. 

No hay logros a los qué llegar, no hay triunfos que promuevan adrenalina para alcanzar las ambiciones expuestas en esta sociedad.

Todo empieza a sucumbir cuando te señalan con su gigante dedo índice. Manufacturan tus acciones como la más costosa prenda que vieron en aquella vitrina, pero no pueden comprar... refutando por algo que no han podido ni siquiera probarse. 

¿Por qué debería preocuparme lo que manifiestan sobre mí? 
¿Por qué siempre se debe ser la supuesta persona correcta? Si se puede tener un poco de maldad inocente sin causarle censuras peregrinas a los conservadores...

jueves, 24 de octubre de 2019

Días de ser salvaje.


¡Hace tanto que es invierno!

Días perennes de lluvia y de aquel afán por resguardarse en algún emplazamiento... 
Sin embargo hoy no. 
Hoy quiero que el exceso de tempestad hecha agua se urda en mí. Quiero deplorarme mientras camino bajo ella; sin preocupación, sin alteración, sin desperdicios. Solo estar.
Sosegación profunda en medio del ruido natural. Inhalar limpieza una vez más, para luego, retomar realidades calmadas; yendo a casa, retirarme la ropa, secarme, esconderme en la túnica, tomarme un chocolate caliente... la luz sepia, acurrucarse cerca a la ventana... junto a las plantas. 

Futurizar lo indeleble, pero transmutable.  





miércoles, 11 de septiembre de 2019

Flashback from us.

¿Piensas en mi cuando ves la ropa interior que olvidé en tu cajón? 

Penses-tu à moi quand tu vois le sous-vêtement que j'ai oublié dans ton tiroir ?



J'ai mes culottes comptées avec les jours de la semaine. Comme celui de cher s'est devenue acheter des sous-vêtements féminins de qualité et de catégorie, nettement.


Je me rappelle abandonner chez toi ceux qui emmènent ma couleur préférée dans le tiroir où toi aussi gardes les tiens. Ce n'est pas un objet rétrospectif en face de tes yeux chaque fois que tu ouvres ce dernier tiroir?


La complexité véhément au moment d'extraire analogies en considérant que tout objet intermédiaire entre nous deux, doit avoir une signification frappant, suggestif et provocant.




jueves, 20 de junio de 2019

The vegetable soup.


"Men won't be happy until he turns you out.
You gotta be their girl. It's the way they want it.
Maybe is biology.

Men are like vegetable soup; we can't put in a plate or eat them off the counter.
So women are the pot. They heat them up, they hold them, they contain them. 

But who wants to be a pot? 

Who the hell said we're not the soup?



Extracto sacado de la serie Mad Men. (S4, Ep 09)

jueves, 13 de junio de 2019

YOU DON’T OWN ME.



3 AÑOS, 11 MESES, 11 DÍAS.

¿Por qué sigo aquí? ¿Aguantando algo que no quiero? Oh, cierto la respuesta eterna a ello es “porque estoy enamorada” y por ende debo conformarme, aceptarlo. O tal vez es la sencillez de sentir que no tengo nada más, no poseo nada más que dependencia y atención de una sola persona que demuestra interés por mí, pero a la vez le resbala suplir mis necesidades. Sigo en este plan de forzar una reciprocidad, de malgastar tantas palabras empalagantes a alguien que ni siquiera se vuelve más dulce porque dentro de él solo hay carencia de glucosa.

¿De verdad condicionar a una persona es pedirle que me relate un cuento antes de dormir? ¿Qué me cante una canción? ¿Qué toque su guitarra para mí? ¿Qué me regale flores? ¿Me escriba cartas? ¿Qué me envíe fotos desvestido? ¿Qué vista su traje para suplir mis perversiones? ¿Qué me baile desnudo? Pensé que eran componentes que formaban una relación en su ternura, afecto, delicadeza y pasión para palpar el entusiasmo del amor.

Suficientes preguntas. Veo alrededor de mi mundo a mujeres exitosas y en su mayoría sin una pareja al lado. En realidad, ¿es el amor el obstruyente de una mujer y de sus logros? No voy a parar con las preguntas al parecer. Es inquietante el verme ahora bajo una sombra cuando solía ser tan despampanante con mi forma de ser, complacerme con mis pasatiempos y amarme por sobre todos y todas las personas y cosas, la academia, mi crítica, mi carácter…

Inconcebible pensar cuántas veces no he criticado a personas por conformarse con tan poco, más aún cuando veo a mi madre todos los días viviendo todavía el machismo de hace 40 años con mi padre. Complacer no está bien si primero no te complaces a ti, si no te pones a ti siempre como primer lugar. Es un must.

Me estoy asfixiando a mí misma, ligando con alguien que jamás apreciará las simplezas con carisma que he hecho por él y aun siendo simples han sido significativas. I’m done with it.

Moraleja: “Los adultos no lo tienen todo claro, los adultos solo fingen mientras cargan en su espalda con inseguridades y frustraciones.”

miércoles, 24 de abril de 2019

Warszawa

Egocentrismo del deseo. 

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Otro fin de semana a solas admirando la ciudad. Ya era de noche y Antonia andaba peregrinando una y otra vez las mismas calles.
Cuando deambulaba hacía el occidente, se dio cuenta que aquel lugar nuevo estaba rodeado de individuos a la entrada, así que giró de nuevo hacía el oriente y después de un tiempo, decidió entrar al sitio hecho galería de día y un misterio de noche.
Al ingresar, el espacio se plasmaba en oscuridad, ambiente umbroso, pero con tenues luces color naranja. Las personas allí dentro se contemplaban dispersas y a la vez pequeñas, por la gran dimensión del lugar; ella, solo se dedicó a explorar y observar. Apreció demasiadas veces el trayecto de las escaleras, hechas en espiral y conectadas por lo menos con tres pisos. El primero, demostraba ser un ambiente lóbrego, donde la gente bailaba sin pretexto, sin tapujos, contrastando con la vista del segundo nivel. 

Todo resultó convertirse en una apoteosis, apoteosis que se transformó en frenesí, al notar que las personas comenzaron a ayuntarse sin que nadie se detuviera a mirarlos, insultarlos o separarlos por tal acción en un espacio público. Ello le contrajo a ésta mujer, una sensación de nervios.



En el transcurso de la noche tan solo resolvió intercambiar cada tanto de atmósfera. Del primero al segundo, del segundo al primero, olvidándose inconscientemente de la existencia del tercer piso. 
En uno de esos trayectos, de subir y bajar, su mirada se cruzó con la de un fetén y atractivo hombre. Su presencia hacía notar su homosexualidad; ello le había quedado claro, hasta que sus miradas no paraban de hallarse y tropezarse alrededor. 
Finalmente, él vino hacía ella con intención de bailar. 
Inexplicablemente y llegando ese momento de moverse homogéneamente, todo se volvió sensorial sin siquiera tocarse. El clima en el contorno se alteró a lo apasionante, transformándose en la manipulación de la acción. Él, bajó la bragueta de su pantalón, haciendo notar que no llevaba ropa interior ya que sobresalía la magnitud de su erección, se puso un preservativo en instantes y ella, enseguida no sintió más necesidad que responder con atributos y seducción; alzándose su falda y demostrándole de igual forma solo estar cubierta por aquella prenda y sus ligueros. Se sostuvo en la superficie de la barra, mientras él la penetraba por detrás con lentitud pero con fuerza, logrando que Antonia no pudiera controlar sus gemidos que lograban escucharse en eco, queriendo ser admirada y resaltar ante todos el cómo estaba siendo deliciosamente follada. 


Toda una provocación. 

Antonia quiso girarse para ver la expresión en la cara del apuesto hombre y en ese momento, vió a lo lejos como una fémina curioseaba su ocasión. Enseguida aquella mujer se levantó y se dirigió hacía ellos; al alcanzarlos, se arrodilló y empezó a lamer desorbitadamente los genitales de ella, mojando con su saliva ese coño sediento de placer, sumergiendo y alejando su lengua de esa cavidad religiosa, logrando que los ojos en Antonia se blanquearan. Al girarse de nuevo, Antonia, se estrelló con otra mujer que sentada frente a la barra, sujetó con sus manos su cara y empezó a besarla, siendo la causante de que sus ojos se cerraran para luego en microsegundos abrirlos y despertar en un cuarto estrecho y extraño.

La luz estaba encendida, las paredes eran del color de las nubes durante el día y el techo como el cielo; se dimensionaba completamente lejos. En todo el centro del cuarto se posaba un colosal proyector cinematográfico y paulatinamente, prendas de vestir en tamaño XXL tendidas sobre él. Al abrir la puerta del cuarto reflexionó que aun continuaba en el lugar hecho misterio de noche. Salió a un pasillo ininteligible, hasta lograr fijarse que yacía en el tercer piso. Cruzando un recorrido rebosante de taciturna soledad, bajó hasta llegar a la puerta principal, golpeándose con un desmesurado espejo que bloqueaba todo el exterior de la realidad. 
Y aquí estuvo siempre, sola, dentro de su eterno reflejo imaginario, ficticio, simulado, artificial, aparente, postizo, teatral.